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DIPUTADO PASQUET ( PARTIDO COLORADO)

Posted on miércoles, octubre 14, 2015 in Diputados, DISCUSION Cámara . Por Diputado

SEÑOR PASQUET (Ope).- Señor presidente: el problema de fondo es extraordinariamente complejo y delicado. Yo no pretendo abordarlo porque participo de la opinión de la bancada del Partido Colorado, que entiende que este no es un tema para tratar en el presupuesto y que debe desglosarse. Más adelante, podrá disponerlo así la Cámara; me parece que claramente eso es lo que corresponde.
No vamos a entrar en las complejas cuestiones de fondo que hay en esto ‑científicas, éticas, de políticas sociales, etcétera‑ para ver los efectos que puede tener el artículo 443 y sus, podríamos llamar “satélites”, los artículos 456 y 457.
Dejemos de lado por un momento la cuestión de la constitucionalidad; asumamos que esa cuestión no está en juego y pensemos qué efecto práctico puede tener esto.
No tiene ningún efecto práctico desde el punto de vista del problema de fondo; es decir: toda esa construcción de soluciones de largo plazo, incorporando distintos elementos no inciden en nada. ¿En qué incide? ¿Por qué se propone la sanción de esta norma? ¿Cuál sería el efecto? El efecto concreto que tiene esta medida es hacer mucho más difícil el andamiento de las acciones de amparo. ¿Por qué? Porque la acción tiene, entre otros requisitos, el siguiente: la ilegitimidad manifiesta del acto u omisión que se impugna. La ilegitimidad manifiesta quiere decir una ilegitimidad clara, patente, grosera. La jurisprudencia acumula sinónimos para decir que no puede ser algo fino, sutil, que cueste determinar, porque la vía de amparo es sumarísima; se maneja en tiempos muy breves, en los que los jueces deben manejarse con evidencias muy claras e indiscutibles. Por eso, la ilegitimidad tiene que ser manifiesta.
Supongamos que se sancionan estas normas. Si mañana va alguien a la justicia a impugnar que no se le brinda tal medicamento que el médico le prescribió, invocando estos artículos le van a decir: “Actuamos perfectamente de acuerdo con derecho, de acuerdo con el artículo 443; nos ceñimos a todo eso. El Poder Ejecutivo reguló los programas previstos por el artículo tal de la ley cual y definió las prestaciones. Esa es la obligación que tenemos nosotros. Cumplimos con la obligación. Acá no hay ilegitimidad de ningún tipo”. Este es un obstáculo muy serio para el andamiento de la acción de amparo. Precisamente, este va a ser el efecto concreto de la norma. Creo que por eso el Poder Ejecutivo la promueve, porque quiere frenar las acciones ante la justicia.
Desde el punto de vista jurídico, sin duda esto va a ser un inconveniente, va a ser un obstáculo fuerte que se interponga entre los accionantes y los tribunales cuando no se avanza paralelamente en el camino de las soluciones de fondo.
Me parece que no sería justo proceder así. No es justo aumentar los obstáculos y las dificultades cuando al mismo tiempo no estamos avanzando en el camino de las soluciones.
Por eso, entiendo que lo razonable es dejar esto por un tiempo en el congelador y a través de todos los mecanismos que se han mencionado ‑los trabajos en las comisiones, los aportes científicos, los datos tan interesantes que aportó el señor diputado Gallo y muchos otros‑ ir buscando soluciones. Mientras tanto, debemos dejar abierta la puerta de la justicia, que siempre es una válvula de seguridad, que permite que casos muy injustos se enderecen, que situaciones inicuas se corrijan. La justicia es la última garantía y no deberíamos interponer obstáculos para los que accionan por problemas cuya importancia y gravedad nadie discute. Considero que estas personas tienen, por lo menos, derecho a tener su día ante el tribunal para que allí se determine si ese medicamento le corresponde o no.
Entonces, no nos pronunciemos sobre el fondo del asunto; desglosemos el artículo, continuemos estudiando y, mientras tanto, dejemos que la gente se defienda como mejor pueda ante los tribunales. Siempre es buena una mirada de afuera, imparcial, independiente de los laboratorios, de las multinacionales, de los empresarios médicos, de toda esa constelación de intereses tan poderosos que tanto inciden en esto. Yo creo que la ajenidad  de la justicia a todo el sistema médico es una garantía más que, mientras no podamos aportar soluciones de fondo, nos deja con la conciencia tranquila de que aportamos garantías a quienes se encuentran en trances delicadísimos.

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