DIPUTADO RUBIO (ASAMBLEAD POPULAR)
SEÑOR RUBIO (Eduardo).- Señor presidente: parto de una valoración -no sé si irracional, poco comprensible o poco serio-, que a esta hora y después de tantas horas de cansancio acumulado haya que abordar semejante tema que nos supera, en lo que me toca, en todos los aspectos del conocimiento, del manejo, pero nuestro deber acá es dar una opinión política.
En realidad, el artículo que venía en su primera redacción era francamente impresentable. La nueva redacción mejora en su presentación, pero no en sus contenidos. Por lo tanto, se mantiene el mismo problema. Yo parto de la base de que para todos nosotros acá la vida no tiene precio; es una cuestión ajena a la duda. El tema es que a partir de lo que nosotros definamos políticamente, caminamos más, menos o para atrás, en el cumplimiento de esa definición.
Coincido con lo que aquí se ha dicho: el problema central es que hay cosas que no pueden tener valor de mercado y la salud es una, pero en esta sociedad en que vivimos, en este modelo que estamos y en estos sistemas integrados la salud sigue siendo una mercancía. Y nos preguntan, y nos preguntamos, de dónde pueden salir los recursos para cubrir estos gastos, al menos en parte, porque me parece que las cifras que se manejan tenían una dimensión al principio y luego otra flexibilidad. A mi modesto entender, la cantidad de gente que requiere este tipo de medicamentos no es ilimitada; es un número determinado que será fluctuante, crecerá, pero si crece la prevención seguramente sean menos. Me gustaría hacer la cuenta de cuál es la tasa de ganancia, de cuánto acumulan las empresas privadas que administran la medicina, para empezar a pensar de dónde se puede sacar.
Los trabajadores de la Aduana, el sindicato de aduaneros, arrimaba una propuesta de colocarle el uno por mil de impuesto a la mercancía en tránsito: ellos rescataban con eso US$ 8.000.000. A su vez, planteaban que la mitad fuera para esto.
Por ejemplo, en este Uruguay de auge económico de exportación de soja, los sojeros no pagan un peso de ración.
Si la sociedad busca resolver un problema de esta magnitud, que tiene que ver con valores humanos básicos, creo que se consigue caminando, además, en la dirección que aquí se planteó. A veces, si nos ponemos a pensar que el enemigo es tan grande, tan inmenso, se nos hace inabordable la lucha.
Hay experiencias en el mundo de países que han caminado en medio de inmensas dificultades para, por ejemplo, resolver el problema de los medicamentos. Y no lo podrán hacer completamente, pero ¡si habrán avanzado! Y no lo han hecho en base a la riqueza desbordante, sino a definiciones políticas de fondo donde se parte de la base de que la salud es un derecho humano esencial.
Quiero plantear que yo tampoco entiendo por qué esto vino en el presupuesto. Me imagino que es una especie de salvaguarda, de parachoques, tratando de frenar un gasto que aparece como muy grande, pero a partir de lo que acá se ha dicho y se ha afirmado por todos, lo más lógico sería que estos artículos salieran del presupuesto y se trabajara, con los que saben, seriamente, inclusive con compromisos de plazo para buscar encaminar esta situación.
Muchas gracias.
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